En esta época del año el mercadeo que se traen entre manos los agentes, directivos y clubes es abundante y cuando menos sustancioso para cualquiera de las partes citadas. Pero hay otra parte que también saca tajada, y bajo el manto de ‘todo vale con tal de vender’, nos encontramos con parte de la prensa especializada y también la no especializada, esta mucho menos, pero que también entra al trapo del todo vale.
Es una época donde la prensa lanza nombres a mansalva sin ningún tipo de rigor periodístico y en muchas ocasiones sin llegar a contrastar la noticia. Cualquier ‘fichaje’ vale con tal de apuntarse un tanto, darse importancia, hacerse notar, generar numerosas visitas a la web… todo con tal de ser la persona, periódico o web de la primicia. No hace falta poner ningún ejemplo clarividente para saber de lo que hablo… Se lanza un nombre como opción A de cualquier club, y en caso de ser el elegido se saca pecho diciendo “como te adelantamos…”, pero si se falla también se tiene la excusa perfecta “las negociaciones no llegaron a buen puerto, siendo el jugador X el elegido en su lugar”. Así que mirándolo desde cualquier prisma podríamos aplicar el dicho “el vaso medio lleno o medio vacío”, porque siempre se quedará bien a pesar de que la noticia lanzada en su día no fuera del todo veraz, es decir, noticias de usar y tirar.
Pero para noticias, las que realmente no dicen nada (estas no son de usar, sino de tirar directamente), aquellas en las que se tira la piedra y se esconde la mano. “El club está interesado en dos jugadores de muchísima calidad y hasta ahí puedo leer…”. Entonces tres dudas asaltan mi pensamiento: ¿hasta ahí se puede leer por que piden no filtrar la noticia?, con lo cual para que se dice nada. ¿Se prohíbe dar más información?, en este caso resulta flagrante que alguien prohibida tácitamente ejercer una profesión que si por algo destaca es por dar información. O el más malévolo de mis pensamientos, lanzo el bulo y en caso de sonar de la flauta me apunto el tanto diciendo que ya lo sabía.
El punto anterior me lleva a otra reflexión. Resulta irrisoria la pleitesía con la que se tratan ciertas noticias en función del club, dirigente o jugador noticiable. Porque no vamos a rasgarnos las vestiduras si menciono en voz alta sumisión a la que ciertos medios se ven sometidos por los dirigentes o clubes (ojo también a la inversa), no pudiendo alzar la voz de forma crítica en caso de que la mano que te da de comer no realice las cosas como es debido, ya que si no pasas a la lista negra y la próxima vez te quedas sin la primicia.
Por si no fuera poco todo lo expuesto, no existe la más mínima ética profesional –ojo, en algunos casos y no todos-, lo que implica en multitud de ocasiones el ‘hurto’ de la noticia. Hurto entrecomillado por aquello de lo difícil que resulta en ocasiones mencionar a la fuente de donde procede la noticia, o mencionarla de manera poco visible para de nuevo apuntarse el tanto. Este apunte no hace sino volver a realizarme una pregunta ¿Por qué se realizan estas prácticas desleales?.
Ante tales situaciones me llego a preguntar ¿Qué significado tiene la palabra periodismo para aquellos que la ejercen sin ninguna ética profesional?, ¿acaso no llegan a emborronar el verdadero significado de una profesión por la que siento autentica debilidad?. El verdadero periodista es aquel que destaca por respetar la verdad y la libertad de prensa, sin ser manipulado en este último aspecto por terceras personas. Que se preocupa por difundir noticias veraces y objetivas, e incluso yendo más allá, debiendo rectificar y desmentir información que resultasen falsas.
Y es que vivimos en una sociedad donde el fin justifica los medios aún a costa de perder o dejar bajo sospecha la credibilidad. Donde en cualquier ámbito de la vida se aplica la ley de jungla, pero en esta profesión parece que aún más si cabe, puesto que ser la persona de la primicia vende y abre muchas puertas, ¿no?... porque de no ser así no llego a comprender por qué no se defienden los valores éticos del periodismo.
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