Altas: Dontaye Draper, Marcus Slaughter y Rudy Fernández Bajas: Nole Velickovic, Ante Tomic y Kyle Singler Calendario ACB / Plantilla 2012-2013 |
El Real Madrid 2012/2013 está construido con un único fin, apostar más que nunca por el basket de transiciones rápidas o ‘run and gun’. Para ello se dejaron marchar dos jugadores interiores de gran talento (Velickovic y Tomic), para traer de momento un único obrero –Slaughter- que trabaje en una labor más oscura como es la defensiva. Obrero que aportará musculo e intimidación y pueda permitir desarrollar la filosofía Laso ‘casi’ a la perfección.
Para dicha doctrina Laso tiene las ideas claras, jornaleros en el juego interior que le hagan el trabajo sucio (rebotes y defensa) sin importar su talento de cara al aro o poca aportación al juego ofensivo del equipo, para dejar casi toda la suerte anotadora en manos de su roster exterior.
Pero si hay dos palabras que podrían ser las más enunciadas a la hora de diseccionar este Real Madrid, esas son polivalencia y descompensación. Los más optimistas podrían inclinarse por la palabra polivalencia y lo más críticos optarían por hablar de descompensación…
Polivalencia
Solo hay que echar un vistazo a la plantilla del Madrid para comprobar que dicho término se cumple, empezando por el juego exterior. Jugadores como Llull, Pocius o Rudy pueden cubrir perfectamente varias posiciones exteriores, sin que en algunos casos su rendimiento se resienta en sus prestaciones.
En cuanto a la rotación interior, más de lo mismo, jugadores como Slaughter y Felipe pueden jugar de ‘4’ o ‘5’, por aquello de que son catalogados como 4´5. Mirotic puede alternar el juego fuera-dentro / dentro-fuera sin problemas, siendo Mirza Begic el único que no muestra dicha polivalencia.
Con todo ello el abanico de posibilidades que se le abren a Laso son múltiples y variadas, todas ellas incitadoras del juego de transiciones rápidas que tanto gusta al entrenador madridista y a gran parte de la afición.
Descompensación
Bases: Dependiendo de la ubicación que se le dé a Llull: base, escolta o combo-guard, podemos encontrarnos con tres bases, dos, o dos y medio. Este lio o trabalenguas viene generado por la decisión de fichar a Draper a mitad de temporada, en lugar de Rodríguez, para posteriormente dar marcha atrás y renovar al Chacho.
Escoltas: Masificación en esta posición. Rudy, Carroll, Pocius y Llull. Los tres primeros son escoltas por mucho que se quiera vender ‘la moto’ de que Rudy & Pocius pueden actuar como aleros. Pueden en momentos puntuales y no deberían ser opciones permanentes. El caso más claro es Rudy, que siempre fue un escolta y fue precisamente jugando en esa posición donde se le abrieron las puertas de la NBA, por su excepcional rendimiento en la Penya.
Aleros: El único alero puro y duro de la plantilla es Carlos Suárez. Esta posición anda un poco huérfana en caso de una posible lesión que harían encenderse todas alarmas. Se necesitaría otro alero que complementase las carencias de Suárez. ¿Es Rudy ese nombre?, para muchos lo es, y máxime viendo su rendimiento en la selección durante las pasadas Olimpiadas. Pero se trata de sacar el máximo rédito a la plantilla y a tu máxima estrella, con lo cual retornamos al punto de partida con Rudy, escolta.
En el roster interior también se puede encontrar esa descompensación, no tanto por las posiciones a cubrir –que también podrían llegar a ser discutible- sino más bien en el aspecto ofensivo. Solo Nikola Mirotic tiene el talento necesario para generarse sus propios tiros y jugar de espaldas al aro, el resto tienen sus limitaciones ofensivas, careciendo de otro jugador resolutivo de cara al aro.
Pablo Laso
En su haber, ser una bocanada de aire fresco por la concepción de juego propuesta. En unos tiempos en los que la ‘crisis’ baloncestística en cuanto a juego es aguda era y es de agradecer esa filosofía un tanto arriesga. También puede presumir de ser el entrenador que ha devuelto el título copero a las vitrinas del club después de 19 años, así como volver a competir con el Barça de tú a tú, a pesar de sus fallos de cálculo que impidieron que el número de victorias frente a los blaugranas fueran mayores.
En su debe nos encontramos con algunas asignaturas pendientes para esta segunda temporada: mejorar la defensa o encontrar el equilibrio necesario defensa-ataque. Sacar más partido a todo el potencial ofensivo del que atesora el equipo y no solo tirar de unos cuantos jugadores, olvidándose del resto. Y mayor poder de reacción durante los partidos frente a las tácticas rivales o remontadas.
Sergio Rodríguez: En busca de la regularidad. Detractores y partidarios casi a partes iguales. El rendimiento del Chacho estuvo entredicho durante gran parte de la pasada campaña, llegando a filtrarse su más que posible salida del club a finales de temporada. Pero el base canario sacó a relucir su magia en los pasados playoffs, mostrada con cuentagotas hasta entonces, para ser uno de los mejores hombres del equipo durante las eliminatorias por el título. Esas actuaciones le valieron para ganarse el crédito de sus dirigentes que decidieron renovarle. Tendrá que demostrar que todo aquello no fue flor de un día, encontrando el camino de la tan ansiedad regularidad ofensiva y una mejora sustanciosa en defensa.
Sergio Llull: La indefinición podría matarle. Ayer escolta, hoy base, mañana escolta de nuevo, pasado mañana combo-guard… Nunca un jugador generó tantas dudas a sus entrenadores y debate entre los aficionados en cuanto a su posición en la pista. El baile constante de posición o cambios de opinión de sus entrenadores, hacen que el jugador sea el más perjudicado en toda esta película llamada progresión. Sus inicios en la pasada campaña como base no fueron buenos, dando todo un recital durante la Copa del Rey que le sirvió para ser el MVP y llevar a su equipo al título. Después del torneo del KO, sombras y luces, compaginando buenas actuaciones con otras menos afortunadas. Seguiré diciendo y repitiendo que Llull es base, con sus defectos y virtudes, y que como escolta no podrá llegar a marcar diferencias. ¿Qué se puede esperar de su rendimiento? Difícil saberlo, pues hará funciones de combo-guard y podría verse perdido ante esa indefinición.
Dontaye Draper: La incógnita. Una de las caras nuevas de este Real Madrid. Su rendimiento podría catalogarse como interrogante. Nunca ha jugado Euroliga, ni en un club de la máxima exigencia, por no hablar de la dura prueba que tendrá ante sí con la exigente Liga ACB y la presión que genera todo un Real Madrid. Su nombre sonó con fuerza hace dos temporadas por su gran rendimiento en el Cedevita de Zagreb, decayendo este en la pasada campaña. Posee pasaporte croata y ya jugó con su selección en el Eurobasket de 2011 no realizando un buen torneo. En caso de aclimatación, aportará en casi todas las facetas del juego (especialmente en el pick n roll), sin destacar especialmente en ninguna de ellas.
Rudy Fernández: El tan ansiado paladín del equipo. "Vengo a Europa, al Real Madrid, para ocupar el papel de líder. Aportaré experiencia y talento”. Poco más que añadir a sus propias declaraciones. El líder que necesitaba y buscaba el club desde tiempos inmemorables. En torno a él girará todo el engranaje del equipo, siendo el clutch-player en los momentos decisivos. Para muchos de sus compañeros la vida será más placentera a su lado, aliviando sus espaldas de la pesada carga que supone la presión en los momentos de máxima tensión. Su sola presencia, comportará un mayor rendimiento de sus compañeros.
Jaycee Carroll: Donde pone el ojo pone la bala. Llamado a ser el desatascador del equipo partiendo desde el banco. Su papel en esta temporada podría asemejarse al del pasado ejercicio como sexto hombre, en el que ofreció sus mejores prestaciones con Rudy en el equipo. Precisamente la presencia del escolta mallorquín, redundará en su beneficio en la búsqueda de puntos y más puntos desde el perímetro para este raza blanca tirador.
Martynas Pocius: Daños colaterales. Victima del fichaje de Draper y la reubicación de Llull a posiciones exteriores. Será el quinto hombre en liza de la rotación exterior y sus minutos serán escasos salvo sorpresa mayúscula. La pasada temporada ya fue uno de los infrautilizados por Laso y está campaña lo será más aún. Jugador que aporta en todas las facetas del juego, siendo el aspecto defensivo una de sus cualidades más destacadas y de la que este Real Madrid no anda sobrado.
Carlos Suárez: Ser importante desde la sombra. Debe comprender o deben hacerle comprender que realizando labores de intendencia también se puede llegar a ser muy importante. Su misión debería ser de ‘pegamento’ o cohesión entre el juego exterior e interior, aportando el equilibrio necesario entre las dos líneas. Sus rebotes se antojan vitales ante la poca profundidad del roster interior.
Mirotic: El oasis en medio del desierto. Llamado a ser el referente ofensivo en el juego interior del equipo por tres razones: talento, calidad y falta de recursos ofensivos entre el resto de sus compañeros interiores. Debe dar ese paso adelante que todos los aficionados demandan para convertirse ese jugador diferencial que todos desean y vislumbran. Para ello él mismo ha declarado que ha aprovechado el verano al máximo para mejorar su juego.
Mirza Begic: El único rascacielos. El esloveno es el único cinco puro de la plantilla. Sus 2,16 se antojan vitales a la hora de intimidar, rebotear y defender a los pívots contrarios si el equipo no quiere sufrir más de la cuenta, en una posición que podría quedar muy mal parada en caso de lesión o bajo rendimiento, puesto que solo él sobrepasa los 2,10. No es un jugador que encaje en la filosofía ‘run and gun’ propuesta por Laso, pero ante la falta de efectivos habrá que tirar de él.
Marcus Slaughter: El complemento. Marcus viene a suplir las carencias de la pasada temporada: despliegue físico y juego por encima del aro. El hándicap radica en su altura (2,04). Su rol como secundario podría encajar a la perfección dentro del equipo, ya sea como ‘4’ o ‘5’, aportando físico, intimidación, rebotes y sobretodo sacrificio colectivo. Sus características se amoldan a lo demandado por Pablo Laso, partiendo siempre de la base que no es un primer espada, sino todo lo contrario.
Felipe Reyes: Pundonor a doquier. Al finalizar cada temporada parece que su rol cambiará o debería de cambiar, pero la vida sigue igual para Felipe año si y año también. A su determinación, garra y sobretodo rebotes, deberá agarrarse el equipo algo huérfano de efectivos en el roster interior.
Hándicaps
El equipo está confeccionado pensando en un único plan: “basket de alta pulsaciones”, pero no así para otro tipo de baloncesto como es el basket-control, que a buen seguro intentarán proponer multitud de equipos. El equipo podría sufrir en exceso ante ese tipo de basket al no disponer de un jugador que domine el poste bajo, acarreando menor libertad para los jugadores exteriores.
Los partidos en los que exteriores no tengan el día de cara al aro, se pagará excesivamente el peaje de la mencionada ausencia de una referencia interior clara.
El juego interior, a falta de un fichaje, se antoja algo corto para afrontar el duro calendario que tendrá ante si la plantilla. Suena algo descabellado tirar solo de cuatro efectivos para lo que se avecina.
Los dos fichajes hasta el momento, Draper y Slaughter, generan más sombras que luces por aquello de no ser nombres rimbombantes y ser experimentos. Un club como el Madrid no debería permitirse experimentar porque en caso de fallo, los daños de colisión tendrían un alcance incalculable.
Como punto y final, y en contraposición a los puntos anteriores, ¿cuántos equipos serán capaces de aguantar el envite de basket de alto ritmo propuesto por Laso y sus chicos?
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