Admiración, respeto, pleitesía y muchos calificativos más hacia nuestro entrevistado de hoy, Moncho Fernández, ‘El Alquimista’. Un hombre que desde la sencillez, la humildad, el esfuerzo y el trabajo ha aupado al ‘Obra’ a realizar la mejor campaña de su historia, y que como él mismo nos dice, esperemos que no sea flor de un día y podamos vivir mayores éxitos con un club que ha ahondado en el corazón de todos los amantes del basket…
J. Pedro.- ¿Cómo te sientes al ser profeta en su tierra?
Moncho.- La verdad es que bien, inevitablemente bien. De todas formas siempre digo lo mismo, no puedo cambiar mi DNI. Mi DNI dice que nací en Santiago de Compostela, pero realmente nuestra carrera la hemos hecho fuera tanto yo como mis ayudantes que también son compostelanos. Antes de llegar aquí a Santiago hace tres años hemos estado dando vueltas por toda España: Cádiz, Lugo, Gijón, Menorca, La Rioja, Murcia…
J. Pedro.- ¿Trotamundos?
Moncho.- Si, bueno de entrada es lo que conlleva el ser profesional… Antes de acabar aquí en nuestra ciudad entrenando habíamos hecho nuestra carrera fuera, pero bueno muy felices de triunfar en la que es nuestra casa.
"Manel Comas, ha muerto un súper referente, un maestro"
J. Pedro.- ¿Te paran ahora más por la calle tras la grandísima temporada realizada por el ‘Obra’?
Moncho.- Bueno Santiago es una ciudad relativamente pequeña, entonces nos conocemos mucho es lo que te decía antes… Al margen de ser entrenador soy compostelano y he entrenado a mucha gente aquí cuando empecé. He estudiado aquí, nací aquí, entonces tengo muchos amigos al margen del baloncesto propiamente dicho. Pero bueno nos conocemos todos por decirlo de alguna forma y evidentemente no es el mismo ambiente que si esto fuera Madrid o Barcelona.
J. Pedro.- ¿Cuál ha sido el secreto del Blusens para cuajar tan magnífica temporada?
Moncho.- Que el todo sea más que la suma de las partes. Hacer un equipo donde cada uno conozca su rol perfectamente y lo ejecute. Cuando habló de un equipo no me refiero solo a los deportistas o el cuerpo técnico, me refiero al personal de administración, público, medios… Creo que al final es un éxito de todos los que formamos lo que llamamos la familia obradoirista.
J. Pedro.- Se puede decir que han ido todos a una…
Moncho.- Si, si, claramente. Es el merito de muchos. Las cosas para que funcionen las partes tienen que funcionar. Aunque realmente quien se lleva los focos es el equipo cuando está en la pista hay muchas otras personas y muchas otras estructuras dentro del club trabajando para que eso funcione.
Moncho junto a todo su cuerpo técnico
J. Pedro.- Dentro de la grandísima temporada realizada, ¿Qué supuso el varapalo de no jugar la Copa tras haberla tenida tan cerca?
Moncho.- Lo cierto es que la Copa fue un varapalo porque lo tuvimos en nuestras manos y nos hubiera gustado mucho jugarla, pero no era la no consecución de un objetivo marcado al principio. Nuestro equipo no tenía entres sus aspiraciones el jugar la Copa.
"No es solo ganar dinero... Se puede ser igual de profesional entrenando a infantiles que entrenando en ACB"
J. Pedro.- ¿Cómo os recupetasteis anímicamente de aquel varapalo?
Moncho.- La fórmula para seguir adelante es la misma que utilizas cada día. Ganes o pierdas hay que seguir. Siempre digo lo mismo, después de los domingos vienen los lunes. El lunes hay que levantarse y seguir trabajando, y fue lo que hizo el equipo seguir trabajando, ver el vaso medio lleno, ver que a esas alturas de temporada teníamos nueve victorias y era estar en el camino correcto para lograr nuestro objetivo, que no era otro que la permanencia en la Liga Endesa. De ahí que intentásemos verle el lado positivo y olvidar rápidamente esa pequeña decepción.
J. Pedro.- ¿Eres consciente de que es uno de los entrenadores de moda de nuestro país?
Moncho.- Bueno, yo no lo veo así. Me cuesta mucho trabajo hablar de mí en esos términos. Me considero una persona afortunada por dedicarme a lo que más me gusta, por hacer de mi tierra mucho más todavía, o apasionado de mi trabajo, pero creo que la liga está llena de tan buenos entrenadores que todos son buenísimos y de primer nivel, y esto de entrenador de moda me ruboriza un poco, me cuesta trabajo interiorizarlo.
J. Pedro.- ¿A cuánto has tenido que renunciar tú y tu familia para conseguir el sueño de ser entrenador ACB?
Moncho.- Son muchas más ventajas o muchas más satisfacciones que sacrificios. Está claro que la carrera de entrenador tiene un hándicap grande para familia que es la movilidad geográfica y el estar separado de los tuyos. Pero de las contraprestaciones podríamos estar hablando dos horas, de las grandes cosas que te da el basket, y luego, sobre todo, a veces, no nos damos cuenta de que formamos parte de un grupo de privilegiados. No se puede hablar de qué sacrificios.
Sacrificios son otros en los tiempos que corren, la gente que no tiene trabajo. Los auténticos héroes son aquellos que sacan adelante familias, y a mí me pagan por hacer lo que más me gusta, y solo puedo dar gracias todos los días por la fortuna que tengo.
J. Pedro.- Esta te la han hecho en más de una ocasión, pero los lectores a buen seguro que la pedirían si no te la hiciese ¿De dónde viene aquello de ‘el alquimista’? ¿Te gusta?
Moncho.- Me gusta por el origen que tiene la palabra. El mote me lo puso un gran amigo Enrique Corbella y lo hizo de forma cariñosa, y quedó ahí. Lo que parecía que quedaba ahí como una simple broma de un artículo, porque recuerdo algo así como un titular ‘El Alquimista de la LEB’, fue pasando el tiempo y se ha convertido en El Alquimista de Pontepedriña, mi barrio de Santiago de Compostela.
"Los que mandan son los que tienen que tomar esas decisiones y son las reglas del juego"
Yo imagino que cada vez que un equipo nos gana, que son muchas veces, mi compañero de banquillo se descojonará por aquello de la alquimia jajaja y la brujería y esto. Pero bromas aparte, me hace ilusión porque quien me lo puso lo hizo con todo el cariño del mundo, y lo que parecía que podía ser un simple juego de palabras o un titular, ha acabado siendo un mote que me acompaña muchas veces… Me hace sonreír, aunque también es un poco pretencioso.
J. Pedro.- Hablando de alquimia, ¿Qué doctrina empleas para que jugadores como Kendall, Mejri, Corbacho o Andrés Rodríguez hayan crecido tanto bajo tu dirección?
Moncho.- Los auténticos artífices de esa mejora son ellos mismos, son ellos los que tienen el merito, por su deseo de mejorar, de trabajar, su compromiso con el equipo. Pero ellos y todos los demás. La fortuna que hemos tenido estos años aquí en el Obradoiro es que todos los jugadores que han venido se han implicado mucho con lo que significaba el equipo más allá de basket, la importancia que tiene el equipo para la ciudad, para la afición. Intentamos hacerles ver que el Obradoiro es un espejo de Compostela, que la gente siente mucho los colores… y bueno al final con trabajo y confianza han ido mejorando y creciendo, pero te repito que los grandes artífices son ellos.
J. Pedro. - Gijón Baloncesto, Leche Río Breogán, Villa Los Barrios, Murcia etc. etc. etc. y finalmente Obradoiro. Un largo peregrinaje hasta llegar a donde está, ¿Qué aprendiste de cada lugar en donde estuviste? ¿Se aprende más de los errores que de los aciertos?
"Mejri es un jugador con mucha hambre y muchas ganas de ser mejor. Me parece un gran jugador"
Moncho.- Se aprende siempre, el que no mejora empeora, ese es uno de mis lemas que llevo grabado a fuego. Aprendí mucho en Gijón, aprendí lo que es ser entrenador profesional en primera experiencia, primero como ayudante y luego como entrenador jefe. Los años de Lugo también me sirvieron para seguir mejorando conocimientos, para conocer de cerca la Liga ACB como técnico ayudante. La vuelta a Los Barrios fue importantísimo en mi vida porque allí pude desarrollar durante tres años las ideas que había ido mamando en los años anteriores y fueron años de mucho éxito. El inicio de temporada en Murcia también me sirvió de mucho porque afiancé conceptos que ya tenía muy interiorizados, y que hay viajes que no se pueden hacer con determinadas alforjas y eso lo he aprendido para toda la vida. Y Santiago ha sido mi consolidación un poquito en el mundo profesional, el primer año por ascender y estos dos en ACB como primer entrenador que era mi primera experiencia completa al margen de los onces partidos en Murcia como entrenador jefe en la ACB.
J. Pedro.- Supongo que los entrenadores tienen que estar en continuo reciclaje para no quedarse obsoletos, y en tu caso, ¿Qué aspectos tiene que mejorar Moncho como entrenador?
Moncho.- La mejora, como decía antes es constante, porque lo más bonito de la profesión de entrenador, creo, es que es multifacética. Tu capacidad de mejorar es infinita. No hablamos solo de conocimiento táctico y técnico, porque eso simplemente jugando contra los grandes rivales que jugamos lo haces día a día, sino que además hay mejoras en otros aspectos como puede ser psicología, o un mejor dominio de lenguas extranjeras, organización de grupos, dinámicas de grupo… hay un montón de aspectos que puedes mejorar. Hay otro que te lo da la propia vida y la propia experiencia que es una fuente de enseñanza muy grande.
J. Pedro.- ¿Qué facetas técnicas te gustaría introducir en el equipo la próxima campaña?
Moncho.- Soy de los que piensa que aunque tú tengas una filosofía o una forma de entender el baloncesto tienes que adaptarte a las piezas que vas a tener a tus ordenes. Voy a poner el típico ejemplo fácil de entender aunque sea un poco absurdo, si tienes doce jugadores de 1,80 el juego interior no va a ser el fuerte de tu equipo. Lo que quiero decir es que aparte de que tú tengas una filosofía o criterios básicos e innegociables, como así es, siempre desde el punto de vista técnico y táctico las propias características de los jugadores, las propias respuestas de los rivales haces que vayas mejorando cosas.
"El 'Obra' es más que un club de basket. Es un sentimiento, una forma de entender la ciudad, el deporte..."
Por lo tanto a día de hoy, ¿como va a jugar mi equipo la próxima temporada?, habrá cosas que quiero que se mantengan por supuesto pero hasta que no tenga una plantilla no sabremos qué haremos.
J. Pedro.- Y ya que hablamos de futuro, ¿Cuáles son las miras del Obradoiro 2013/14? ¿Qué paso o reto se plantea desde el club de cara a la próxima campaña?
Moncho.- Nuestra naturaleza no ha cambiado. Seguimos siendo un club humilde que verá reducido su prepuesto. Los equipos de baloncesto no están al margen de los devenires de nuestra sociedad y es evidente que no pasamos por la mejor época desde el punto de vista económico. Entonces nuestro objetivo volverá a ser intentar mantener la categoría, que para nosotros es como la consecución de un título.
J. Pedro.- Hablemos del famoso video “Do the fucking rules”. Decías en su momento que el trato con tus jugadores no queda bien reflejado en ese video, sin embargo, ¿Crees que en determinados momentos un toque de atención como ese genera una actitud positiva en la plantilla o piensas que no siempre es así y que depende del grupo humano que tengas entre manos?
Moncho.- Lo que no se puede cambiar es la forma de ser de cada uno, y no voy a decir que la mía sea la mejor o la peor, pero es la mía, y hay momentos en los que soy una persona muy vehemente, elevo el tono de voz y demás. Pero bueno siempre cuento lo mismo, mis jugadores me definen como una cerilla que me enciendo y me apago a la misma velocidad.
El video famoso tiene una versión corta que es el ‘Do the fucking rules’ y otra larga, en la que se ve al completo todo el tiempo muerto y después de ese toque de atención doy las instrucciones.
J. Pedro.- Yo he visto la versión larga y es totalmente interpretable, sin embargo en la corta no, llega a chocar…
"Ojalá nos convirtamos en un club asentado en esta liga y no quede todo en flor de un día"
Moncho.- Si porque después de la bronca vienen las explicaciones de lo que tenemos que hacer. Lo que te quería decir que aunque sea una persona vehemente, me altere en algún momento y todo este tipo de cosas, soy de los cree ciegamente y a pies puntillas que la gente funciona mejor con una palmada que con una patada. Pero bueno todas estas cosas forman parte del ‘entertainment’ y los ‘highlights’ del baloncesto.
Pues bueno los ‘highlights’ de los entrenadores son los tiempos muertos, y así está montado y así sale reflejado, aunque refleja una parte pequeñísima de lo que es un entrenador.
J. Pedro.- Al hilo de la anterior pregunta, la afición se lo tomó en tono cómico ¿No?
Moncho.- Si, si, se lo tomaron así haciendo camisetas y tal, lo que ocurre que el fenómeno Obradoiro cualquier cosa que ocurra en torno al equipo no tiene mucha repercusión dentro de la gente, los medios… y bueno creo que hay que quedarse con la parte más cómica de un tío hablando ingles con acento gallego que me acompaña haya donde voy, y entonces ahí si resulta más gracioso y tal, además es un tema que cuando me veo me sorprendo a mi mismo porque en líneas generales soy una persona muy tranquila.
J. Pedro.- Una de las imágenes simbólicas del éxito irrepetible de la clasificación para los Play Off (partido del Bilbao Basket) fue el emotivo abrazo con tu hermana María en un año muy especial para ti en lo personal. ¿Los éxitos profesionales ayudan a superar "casi todo" en este sentido?
Moncho.- Para mí el baloncesto es lo más importante de las cosas no importantes. Entonces las cosas importantes de verdad son otras, y en ese momento el abrazo con mi hermana es evidente de quien nos estamos acordando… y ese abrazo es de dos hermanos por unas personas que hoy no están aquí con nosotros pero que estamos seguro que en ese momento estarían muy orgullosas de nosotros.
J. Pedro.- En el último partido de la temporada, ante el Real Madrid, y en el Fontes do Sar, se vivieron momentos realmente emocionantes con la afición totalmente volcada con el equipo, ¿Qué sentiste ante la grandísima muestra de cariño de la afición? ¿Qué pasó por tu cabeza?
Moncho.- Es la mejor imagen para explicar lo que digo muchas veces, que el Obradoiro es más que un club de basket. Es un sentimiento, una forma de entender la ciudad, el deporte, donde la gente premia el esfuerzo, la lucha, el sentimiento por encima de los resultados, creo que es lo que hace maravilloso el deporte. Porque además no solo ocurrió en Santiago, ocurrió en Gran Canaria, ocurrió en San Sebastián, cuando el equipo tiene que salir de nuevo a la pista a saludar a su afición… y dices coño, merece la pena lo que hacemos.
¿Lo que sentía en aquel momento? Inmensa gratitud. Decir gracias, gracias, gracias por estar ahí y hacer que nuestra profesión sea más que meter un balón naranja por un aro de hierro.
J. Pedro.- ¿Es el Miudiño más que un himno?... ¿Qué representa a nivel institucional para el club y la masa social?
Moncho.- Viene muy bien al hilo de la pregunta que estábamos hablando. El Miudiño es el himno o la canción que representa todo eso. Es una canción popular gallega, no es exclusiva del Obradoiro ni de Santiago, pero que la gente la ha hecho suya como un himno oficioso del ‘Obra’. Creo que lo que implica o refleja es ‘mira estamos aquí, venimos a pasarlo bien y la mejor forma que tenemos de demostraros ese cariño y ese espíritu con el que nos acercamos el basket es cantando’, entonces creo que refleja todo eso. Al final lo de menos es lo que diga la letra de la canción, lo realmente importante es todo el pabellón cantando.
J. Pedro.- Supongamos que llega tu Presidente y te dice: “Moncho tenemos carta blanca para fichar a los cinco jugadores de la Liga Endesa que tú quieras”, ¿A quienes escogerías?
Moncho.- Le voy a dar la vuelta a la pregunta, jajaja… Me gustaría fichar a Kevin Durant, Curry y Thompson de Golden State, estos como trío de fuera me valen y luego a Marc Gasol y Luis Scola por ejemplo. Esos cinco ya me valen jajaja.
J. Pedro.- No hace mucho definiste a cada uno de tus jugadores con un nombre de película, y eché en falta el que te acuñarías a ti mismo, ¿Cuál sería? ¿Por qué?
Moncho.- En lugar de una película vamos a coger un libro de Terenci Moix, ‘No digas que fue un sueño’. ¿Y por qué escojo ese? En el título está. Ojala Obradoiro dure muchos años y nos convirtamos en un club asentado en esta liga y no quede todo en flor de un día.
J. Pedro.- Ettore Messina intentó reclutarte para el Real Madrid para su staff técnico, pero declinaste el ofrecimiento, ¿Fue difícil decirle no al Madrid y a Messina?
Moncho.- La respuesta es muy fácil. Fue un ofrecimiento del Real Madrid pero en aquel momento creía que no se daban las circunstancias idóneas para poder irme a Madrid, pero es evidente que me hubiese hecho mucha ilusión y me hizo mucha ilusión el ofrecimiento, pero al final los caminos fueron separados y es algo que se quedó ahí y ya está, que a lo mejor tuvo más repercusión que otras cosas… al final en la carrera de un entrenador las ofertas que cuajan son algunas y hay muchas otras que no tienen repercusión y se van quedando por el camino, creo que eso nos pasa a todos.
J. Pedro.- Hablando del Madrid, Salah Mejri es uno de los fichajes del club blanco de cara a la próxima temporada, como así ha confirmado Florentino Pérez, y sin haber debutado o haberle visto lo suficiente a la afición blanca le genera dudas, ¿avalas su fichaje? ¿Puedes hacer un pequeño scouting con sus pros y contra?
Moncho.- No sé si ha fichado o no por el Madrid. Lo que si te puedo decir es que Salah, a pesar de su edad, es un jugador con buena progresión todavía. Un jugador con buenas condiciones atléticas para finalizar por encima del aro, que ha incorporado el juego al poste bajo a su repertorio, con buena mano de media e incluso larga distancia, puede anotar algún tiro de tres. Defensivamente un gran taponador, creo que también ha dado un paso enorme en el entendimiento del juego, y que es un jugador con mucha hambre y muchas ganas de ser mejor. Me parece un gran jugador.
J. Pedro.- LEB y ACB, ¿el baloncesto siempre es igual independientemente de la
categoría?
Moncho.- No, no, no… Hay cosas que son iguales, pero al final el componente físico y de altura, y la velocidad de ejecución de los gestos es lo que marca la diferencia entre unas ligas y otras, ahí está el punto fundamental.
J. Pedro.- En una entrevista te leí que te divertía ver más un partido de ACB o Euroliga que de NBA, ¿no es ir un poco a contracorriente de lo que se estila hoy en día? ¿Puede explicar el por qué?
Moncho.- A mí me gusta todo, me gusta todo el baloncesto, pero esto es un tema de gustos, y no significa que sea mejor que otro. Yo veo los playoffs de la NBA y me parecen apasionantes con un nivel altísimo, hay equipos de la NBA que me encantan verlos jugar, pero personalmente por mi cultura o porque es obvio, o simplemente por mis propios gustos, no tiene una explicación científica, me gusta más la ACB o la Euroliga. Pero es como al que le preguntan ¿que te gusta más el arroz con gambas o el arroz solo?, no hay explicación para ello.
J. Pedro.- Recientemente Popovich y Spoelstra se quejaban de la inestabilidad que viven hoy en día ustedes, los entrenadores, y sin lugar a dudas opinaban que ese no era el camino. ¿Cuál es el motivo de toda esta inestabilidad en los banquillos? ¿Por qué no se tiene la paciencia suficiente para crear proyectos como los del ‘Obra’ pasito a pasito?
Moncho.- A veces por premura en los resultados, es difícil de explicar. Lo que sí creo que es una verdad objetiva o un hecho objetivo que aquellos clubes que tienen continuidad, que permiten que los proyectos crezcan o maduren mejor dicho, acaban obteniendo resultados. Está claro que la paciencia no es una virtud que aparezca muy a menudo en el baloncesto o en deporte profesional moderno, y también es cierto que las cosas no se construyen en un mes ni en dos días. Hace falta tiempo, estructura, que haya continuidad en los jugadores… yo creo que es la única forma, pero es evidente que los que mandan son los que tienen que tomar esas decisiones y son las reglas del juego, y cuando te metes en esto tienes que aceptarlo.
J. Pedro.- En más de una ocasión has hablado de acudir a clinics y escuchar a grandes profesionales como Aíto García Reneses, Scariolo, Maldonado… Ahora que usted imparte cátedra con esos mismos compañeros, ¿Qué les aconseja a los entrenadores noveles? ¿Qué intenta inculcarles?
Moncho.- Lo primero es que siempre que puedo sigo asistiendo a esos clinics, y si es cierto que ahora me toca dar alguno más, pero me gusta muchísimo asistir como oyente.
Lo único que recomendaría al que empiece es ilusión y trabajo. Ilusión por lo que hace, y que esta profesión no es solo ganar dinero, no significa que te paguen por hacerlo, sino como tú hagas ese trabajo. Se puede ser igual de profesional entrenando a infantiles que entrenando en la Liga Endesa. Esto lo primero y luego trabajo.
La capacidad de mejora del entrenador es enorme. Recomendaría a todo el mundo cualquier libro de psicología, filosofía, cualquier clinic, todo a lo que pueda asistir y aprender pues hazlo, porque la mejora siempre viene y lo notas en los súper entrenadores consagrados que siguen innovando, aportando, añadiendo cosas y eso es sinónimo de que siguen mejorando y aprendiendo.
J. Pedro.- Estudiaste la carrera de Historia y Geografía, pero lo que realmente te apasiona es la historia, lo que me lleva a preguntarle ¿Con que parte de la Historia se queda tras más de dos mil años? ¿Cuál es tu predilecta?
Moncho.- Me resulta toda atractiva pero es cierto que quizás por la cercanía la historia del mundo contemporáneo como es la revolución francesa hasta nuestros días, y especialmente el siglo XX porque son las épocas de las que más he leído y la que más me apasiona.
J. Pedro.- Ayer desgraciadamente conocíamos la triste noticia del fallecimiento de Manel Comas, ¿Alguna vivencia o anécdota con él que puedas contarnos?
Moncho.- Yo coincidí con él personalmente en varias ocasiones y he tenido el gusto de compartir mesa y mantel con él, y es una referencia para nuestra generación. Y la mejor anécdota que puedo contar sobre él es cuando yo tenía 17-18 años y empezaba a entrenar, que todavía mis padres me daban la paga como se hacía en aquella época para mis gastos. Recuerdo que durante unos cuantos meses me doblaron la paga porque tenía que gastar un extra de 500 pesetas en una enciclopedia que se llamaba ‘Baloncesto más que un juego’ de Manel, y que para mí era algo como acercarte en un momento donde no había ni internet, ni publicaciones, ni nada, y entonces me acordé de eso de las monedas de 500 pesetas que me daban mis padres para ir al kiosco y comprar aquellos libros. Se ha muerto un súper referente, un maestro.
J. Pedro.- Un libro…
Moncho.- Muchísimos, muchísimos. Siempre suelo recomendar de lo último que me este leyendo… Uno que me han regalado ayer, ‘Futbolistas de izquierdas’ de Quique Peinado.
J. Pedro.- Una película…
Moncho.- De lo último así que me haya impactado o gustado de verdad ‘Gran Torino’ de Clint Eastwood.
J. Pedro.- Una serie…
Moncho.- Siete vidas.
J. Pedro.- Momento deportivo…
Moncho.- Espero que esté por llegar. Pero todo lo que estamos viviendo ahora mismo es absoluta felicidad.
Moncho.- ¡Hombre! Cualquiera de las Finales Olímpicas que ha jugado España.
Moncho.- El Sur sin duda, el Sur de España.
J. Pedro.- Para finalizar algún mensaje a su afición y los amantes del basket en general…
Moncho.- A la afición del ‘Obra’ lo que siempre le digo muchas gracias por estar ahí y a los amantes del basket que nunca dejen esa novia que siempre se porta muy bien.
Agradecer la amabilidad y cercanía de Moncho, que en todo momento tuvo un trato exquisito con este servidor y desearle que tanto a nivel individual como de club sus mayores éxitos estén por llegar y podamos decir ‘No digas que fue un sueño’.
También agradecer a Mayra Porto, jefa de prensa del Obradoiro, las facilidades prestadas para la realización de la entrevista.
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