Hace unos meses publiqué la primera parte de “Michael Jordan, cuando la magia no se acaba a los 40”, y efectivamente en cracks como el ‘23’ ese Don Divino siempre está tangible a pesar de su alta edad con la que regresó a la NBA en 2011, más concretamente el 25 de septiembre.
Indudablemente no podíamos asistir a la mejor versión de Jordan, aquel jugador que físicamente era un portento y que dominaba los partidos a su antojo, pero no por ello podíamos dejar a asistir a otro de los grandes dominios de Michael, el aspecto mental, aquel que solo unos pocos elegidos dominan y en el que el Dios del Baloncesto era maestro de maestros. Con las piernas y el físico no al 100% (por aquello de la edad), pero con la comprensión y el dominio del juego desde la astucia, Jordan dio alguna que otra clase a los jóvenes valores de aquel entonces como Pierce, Garnett, Bryant, McGrady… que por aquello de la juventud, tenían el ego por la nubes sin comprender el juego al ciento por ciento.
El ‘23’ nos dejó una versión más light, una versión más pesada y lenta en sus movimientos pero no exentos, como siempre, de calidad y depuradísima majestuosidad, que en muchas ocasiones ridiculizó a jugadores mucho más jóvenes que él. Sus números hablan por sí solos para un jugador de 40 años y dos años retirados: 22,9 puntos, 5,2 rebotes y 1,42 robos, prueba inequívoca de que su vuelta a las canchas no fue un fracaso en el aspecto individual tal como algunos aún apuntan a día de hoy.
Para aquellos que no tuvieron la suerte de verle jugar en directo, ni siquiera en esta última aparición, unos cuantos apuntes: el 29 de diciembre de 2001 cuando anotó 51 puntos ante los Hornets, o cuando a la edad de 40 años anotó 20 o más puntos en 42 partidos, 30 o más en nueve y 40 o más en tres choques… Otro record, uno de tantos que consiguió durante su carrera, lo firmó el 21 de febrero de 2003, cuando se convirtió en el primer jugador de la NBA en anotar más de 40 puntos con 40 años frente a los Nets, a los que les endosó 43 puntos.
Su último regresó hay que considerarlo un regalo divino y como tal los amantes del basket lo disfrutamos al máximo… Visiona este maravilloso vídeo de 14 minutos y comprueba porque la magia no se apagó para el ‘23’ a los 40...
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