¿Por qué no carbura el Barça? Es la pregunta que empieza a rumiarse en el Palau y entre sus aficionados, pues hasta hace poco la ‘coartada’ era que había muchas piezas que ensamblar e incluso ese razonamiento aún es lógico y normal a estas alturas tan tempraneras de la temporada. Pero ya sabemos de la poca paciencia que tenemos los aficionados en el mundo del deporte donde todo pasa de cero a cien en nada o todo es blanco o negro sin tener un color intermedio. Y es que cuando tu archienemigo, el Madrid, lo está haciendo tan bien en estos inicios las comparaciones por muy odiosas que sean surgen, pero son solo eso odiosas, pues este Barça tiene mucho que conjuntar y que trabajar.
Pero volvemos a la pregunta inicial ¿Por qué este Barcelona no termina de funcionar? Son muchas las cuestiones que pueden achacarse y que de una forma u otra están haciendo que los blaugranas sufran en casi todos los partidos de este comienzo de temporada.
Primero como es lógico esta la mencionada adaptación de los fichajes, que a priori venían o vienen para dar más fondo de armario y gasolina a los titulares, no nos engañemos es ese su cometido, y que aún no han terminado de dar la consistencia necesaria y los relevos de garantías a los Tomic, Huertas, Navarro… En un interesante artículo de ‘El Mundo Deportivo’ hablan con más detalle de los números de los nuevos con una media de 4.26 de valoración y -0.8 en el +/- entre Papanicolaou, Dorsey, Pullen, Nachbar y Lampe, antojándose muy poco para el desembolso realizado en alguno de los citados.
Como segundo plato ‘fuerte’ está el acierto desde más allá del 6,75 (Decimoséptimo de la ACB con 23/86 y un 26,74%). El curso pasado el Barça ya adoleció de este problema, falta de tiradores, y en este comienzo de temporada la tónica sigue siendo la misma, el desacierto, acentuándose aún más con la baja de Brad Oleson y la puesta a punto de Navarro que aún le falta para estar al 100%. El resto de jugadores pueden anotar de tres, como es el caso de Lampe, Nachbar, Papanicolaou… pero ninguno es un especialista en la larga distancia y el único que si lo es, Pullen, no cuenta demasiado para Pascual.
El problema anterior acarrea como consecuencia el cierre de las defensas rivales sobre los pívots, viéndose Tomic como un naufrago en una isla, al ser el único pívot capaz de generar juego al poste bajo de forma regular y consistente, ya que el resto necesitan de otro tipo de juego o de situaciones para anotar. Lampe por ejemplo prefiere alejarse de la canasta, Dorsey no es precisamente un virtuoso del juego de pies y sus características son el juego por encima del aro, Nachbar se encuentra en tierra de nadie en la posición de 3-4 y a Todorovic no se le puede cargar con la responsabilidad de llevar el peso del juego interior. El último, Lorbek, se encuentra aún recuperándose de su lesión y a buen seguro que Pascual lo esperará como agua de mayo.
La falta de fantasía exterior podría ser otros de los hándicaps a tener cuenta. ¿Cómo es posible tildar a todo un Barça de ese lunar en su perímetro teniendo a Huertas, Navarro, Oleson…? No hay mucho más en cuanto a imaginación o creatividad. Si antes hablaba de Tomic como un naufrago, ahora sería el turno de Huertas y solo ante el peligro por lo casos antes mencionados de Oleson y Navarro. ¿Qué pasa con el resto? Papanicolaou es un jugador todoterreno que hace de todo pero no es el tipo de jugador creativo para desatascar. Abrines, como todo joven, le acompaña la inconsistencia y tampoco, en un caso similar a Todorovic, se le puede cargar de responsabilidad. Nachbar, el hombre llamado aportar esa imaginación ofensiva, se ha mostrado muy irregular y solo a cuentagotas a mostrado su talento y la dupla Pullen & Sada, están para otros menesteres. El primero como desatascador en un papel muy secundario y del segundo todos conocemos su rol, subir el tono defensivo del equipo. A buen seguro que el nombre de Pete Mickeal se echará mucho de menos, cualquier equipo lo haría.
El estilo de juego de Pascual, tan criticado últimamente, parece que tampoco está ayudando en exceso a hilvanar un buen juego que dote de confianza al plantel. El técnico blaugrana sigue apostando por el juego del pico y la pala antes que por el talento o el juego ofensivo, para el que parece estar diseñada esta plantilla. Con este Barça, tan físico y con tanto jugador para rotar, parece que lo lógico sería apostar por un juego de transiciones rápidas con el que algunos de los males citados pasarían más desapercibidos hasta que los automatismos empezaran a funcionar por si solos.
En esa misma línea, y para defensa de Pascual, días atrás el Blog de ‘El Contraataque’ apuntaba que el técnico blaugrana solo estaba entrenando la defensa, su mayor obsesión, olvidándose casi por completo de los sistemas de ataque apostando o teniendo la confianza de que el talento individual le resolverá en estos inicios muchos partidos hasta que los automatismos defensivos estén adquiridos al 100%. Una vez inculcada la doctrina defensiva, será el momento de entrenar los sistemas ofensivos.
El rebote ofensivo (decimoquintos en ACB con 9,75 de media por encuentro) tampoco ayuda demasiado a generar más opciones en ataque. Parece increíble viendo la batería interior de pívots de la que dispone el Barça, aunque los rechaces ofensivos no son solo achacables a la línea interior sino a todo el equipo. Esta 'dejadez' hace que la sexta posición en rebotes defensivos (24,50) les haga caer hasta la undécima en rebotes totales con 34,25.
Y por último los bases, que parecen no calzar demasiado con la forma de pensar o de entender el baloncesto de Pascual, que sigue apostando por el baloncesto 5x5 y para ese estilo no tiene el jugador que le venga como anillo al dedo. Huertas, siendo un gran base, es un jugador que necesita no tener ningún tipo de ataduras para rendir o sentirse cómodo sobre la pista, aspecto que no parece ser del agrado de Pascual si tiramos de hemeroteca y vemos el caso de Ricky Rubio o el propio Huertas, ya que el brasileño está brillando en estas primeras jornadas más por necesidades del guión que por convencimiento desde el staff técnico. Sada es un base de pico y pala, y Pullen es más un escolta que un base… Me viene a la memoria un jugador, Prigioni por poner un ejemplo, que le vendría a Pascual de perlas para la puesta en escena que propone.
Pero ojo, que a pesar de todo ello que nadie olvide que este Barça está ganando aunque no convenza, y si ahora con todos esos problemas suma victorias cuando pula sus defectos, estoy convencido de que lo hará, será un rival muy temible, y para cuando los títulos estén sobre la mesa será un oponente muy duro de roer.
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