Ayer
anunciaba su retirada todo un símbolo del Obradoiro, Oriol Junyent, el
sempiterno capitán que a la edad de 38 años cuelga definitivamente las botas
tras no conseguir recuperarse de la lesión de rodilla que sufrió la pasada
temporada.
El pívot compareció ante los medios en el pabellón que
fue su casa durante las últimas cuatro temporadas, el Fontes do Sar, en una
rueda de prensa donde la emoción y la tristeza fueron de la mano.
Como no
podía ser de otra manera y como muestra de lo que representa para el club y la
ciudad de Compostela, Rio Natura Monbus retirará su camiseta en el partido
frente al Baskonia el próximo 23 de mayo para que nadie pueda vestirla
jamás.
Su carta de despedida:
“Buenos días, gracias a
todos por haber venido. Os he querido reunir hoy, a la prensa, para
comunicaros que tras 9 meses después de la operación que se me efectuó en la
rodilla derecha por la lesión que sufrí el pasado año en el partido contra el
Joventut, y habiendo agotado todas las vías y técnicas posibles para su
recuperación, por lo que quiero agradecer tanto al club como a los servicios
médicos del Hospital La Rosaleda y Fremap el tiempo y dedicación que han
empleado conmigo para intentar por todos los medios mi vuelta a las canchas.
Por desgracia, los resultados no han sido favorables.
La lesión era más
complicada de lo que se creía en un principio, y con mucha pena, tengo que
decir que el estado de mi rodilla me obliga a anunciar mi retirada como jugador
profesional de baloncesto.
Me voy con un sabor
agridulce, ya que me hubiera gustado seguir ejerciendo la profesión que tanto
amo durante más tiempo, pero la incapacidad física de mi rodilla me lo impide.
Aunque me quedo con todo lo vivido durante estos casi 21 años de jugador
profesional. Han sido muchos los equipos en los que he estado; aficiones y
seguidores que me han apoyado y aplaudido; entrenadores que apostaron por mí,
enseñándome cada día a crecer como profesional y muchos compañeros que han estado
a mi lado a lo largo de mi carrera que me han enseñado a ser mejor persona.
Quiero agradecer a todos y
cada uno la confianza, el cariño y el respeto que depositaron en mí en su día y
espero no haberlos decepcionado. Ha habido muchos viajes, muchas horas de
entrenamientos, muchas risas y alegrías…Y también, cómo no, días menos buenos.
Me quedo con la satisfacción, de creer haber hecho bien mi trabajo. Me
considero un jugador honesto, trabajador y buen compañero que siempre ha
trabajado duro para dar lo mejor de mí en cada uno de los Clubs en los que he
estado.
Me gustaría, si me lo
permitís, empezar agradeciendo a mis padres y mi familia toda la dedicación,
tiempo y esfuerzo que han dedicado desde que yo era pequeño para que pudiese
ejercer en lo que tanto me gustaba, y siempre han estado a mi lado apoyándome
en lo bueno, y sobre todo, en los momentos difíciles, que también los ha
habido. A mi mujer Yolanda, que durante 17 años ha ido de mi mano en este largo
camino y ha sido un pilar muy importante para que yo me apoyara siempre que lo
he necesitado.
Quiero también agradeceros
a vosotros, la prensa, el trato que me habéis dado a lo largo mi carrera.
Siempre me habéis tratado con mucho cariño y respeto en cada artículo que
habéis escrito sobre mí, algo muy importante para un profesional que solo ha
querido hacer bien su trabajo, aunque no siempre lo haya conseguido. Agradecer
a mis representantes toda la labor que han desempeñado a lo largo de mi
carrera. Han sabido encontrar los mejores equipos para que pudiese desempeñar
mi trabajo y han ido solucionando perfectamente cualquier problema que haya
surgido por el camino.
Por último, pero no por
ello menos importante, quiero dar las gracias al Obradoiro. Vine la primera vez
por un mes como sustituto de una lesión y volví al siguiente año para quedarme.
Directivas, personal de oficinas, directores deportivos y voluntarios: desde el
primer día me abristeis los brazos, me acogisteis como uno de los vuestros y me
hicisteis sentir en casa. De hecho, así ha sido: esta es mi casa y yo soy del
Obradoiro.
En ocasiones, dije
que me hubiera gustado retirarme en este club, y aunque ha sido antes de lo que
yo hubiese querido, el destino ha hecho que así sea. No veo un sitio mejor para
hacerlo. Y, ¿Qué decir de la afición? Me quedé sin palabras el primer día que
escuché el Miudiño, y aún después de cinco años me sigue pasando. No creo que
pueda devolver tanto como he recibido de ellos.
Ya para finalizar: Mayra,
Moncho, Víctor, Fran, Gonzalo, Oscar, Silvia, Tomás…Gracias por aguantarme cada
día, por estar a mi lado, y por tantos y tantos momentos que se quedan para
nosotros. Me siento un hombre muy afortunado. Tengo que colgar las zapatillas,
pero me llevo mi bolsa cargada de cariño, buenos amigos y más de 20 años de
grandes momentos que no olvidaré nunca. ¿Qué más puedo pedir? GRACIAS POR TODO
Y HASTA SIEMPRE”
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