El próximo viernes se
alzará el telón de la Final Four 2014/15 con el Real Madrid, CSKA de Moscú,
Olympiakos y Fenerbahçe Ulker como protagonistas absolutos de la cita y en el
que todos tienen, en mayor o menor medida, sus opciones de proclamarse campeón
el domingo a eso de las diez de noche, porque no hay objeción alguna al afirmar
que esta es la edición de más nivel de los últimos años sin lugar a dudas.
Hablar del CSKA es
hacerlo de la mejor plantilla de Europa con diferencia. Nombres como Teodosic, Fridzon, De Colo,
Weems, Vorontsevich, Khryapa, Hines y Zar Ruso Kirilenko (19 de valoración en
el cruce de cuartos)… conforman un plantillón que solo ha perdido tres
partidos, de los 28 disputados, en toda la competición. Dos de esas tres
derrotas se produjeron precisamente ante equipos que estarán en Madrid.
Olympiakos, Fenerbahçe y Panathinaikos en el cruce de cuartos. Lógicamente con
esa, casi imbatibilidad, parten como claros favoritos para alzarse con el
título al ser el equipo más anotador de la competición con 87.8 puntos por
partido y el más valorado con 107. Aunque cabe recordar que en los últimos años
también se presentó como claro favorito (al menos para muchos Messinistas) y
sus ‘gatillazos’ fueron sonoros ante Olympiakos y Maccabi.
Si el CSKA es la mejor
plantilla con diferencia, Ulker tiene al mejor estratega de Europa en su
banquillo. El nombre de Zeljko Obradovic es garantía más que suficiente para
intentar asaltar el cetro europeo, y seguro que el serbio querrá agrandar su
leyenda con otra Euroliga más con otro equipo distinto. KK Partizán (1992),
Joventut (1994), Real Madrid (1995) y Panathinaikos (2000, 2002, 2007, 2009 y
2011) son los equipos con los que ha pasado a convertirse en una leyenda o mito
del basket europeo. Su nuevo equipo, al que le ha costado engrasar con una
temporada un tanto aciaga el pasado curso, rompe de esta manera el maleficio de
los equipos turcos de no conseguir llegar a la Final Four. Sin duda alguna el
Madrid, o mejor dicho Laso, tendrá al peor oponente posible a la hora de
plantear un partido de estrategas. Buena parte de las opciones del Real Madrid
pasarán por la cabeza de Laso a la hora de ganar la batalla de los banquillos
al maestro Obradovic. Mención aparte para Bjelica, jugador diametralmente
opuesto al que abandonó Baskonia y que podría ser el MVP de la temporada en la
Euroleague gracias al trabajo que ha realizado Zeljko con él.
Si alguien representará
el corazón, la entrega y el espíritu de superación en la Final Four ese es el
Olympiakos de Spanoulis, al que nadie debería menospreciar como posible campeón.
Solo hay que echar un vistazo a sus últimas tres temporadas en Euroleague (con
dos antorchados ante todo pronóstico) para ver que el equipo griego se mueve
como pez en el agua partiendo como equipo Cenicienta (esta vez no lo será por
meritos propios) para auparse hasta lo más alto, y sino que se le pregunten al
Barcelona en el cruce de cuartos, al que eliminó con el factor cancha
desfavorable. Resulta más que curiosa las estadísticas de Spanoulis en las
diferentes Final Four que ganó. Tres de tres, ha ganado todas las Final Four
que ha pisado y ha sido MVP en todas ellas, y además tiene tres hijos que
nacieron en los años que ganó la Euroliga… ¡ojo, su esposa está embarazada de nuevo!
Pero Olympiakos no solo cuenta con Vassilis como matador, también tiene a
Printezis como especialista para los instantes finales de partido, para cuando
el balón más quema. El triple ganador al Barcelona, su última hazaña, constata
el hecho de que estamos ante un clutch player en toda regla. Luego la legión de
espartanos con las que cuenta la plantilla del Pireo se encarga de ejecutar los
diferentes roles asignados a la perfección sobre el parquet. En una palabra, no
será la mejor plantilla, pero si el que mejor representa la palabra equipo.
Cuatro de los cinco integrantes del mejor quinteto de la Euroliga 2014/15 estarán en la Final Four. Spanoulis, Teodosic, Bjelica y Felipe Reyes. |
Y por último el Real
Madrid, con su tercera presencia consecutiva en la Final Four (cuatro en los
últimos cinco años) que seguro que aferrará a ese dicho tan popular de “a la
tercera va la vencida”. Estamos ante la versión Laso menos vistosa (49 victorias y 11 derrotas esta temporada si
sumamos todas las competiciones), menos atractiva, pero también ante la más
efectiva. El Madrid llega con los deberes más que hechos: campeón de la
Supercopa y Copa del Rey, liderato asegurado de la ACB y también fue líder de
sus respectivos grupos de Euroliga, todo ello bajo la versión algo mate que le
han dado al equipo jugadores como Maciulius, Nocioni y Ayón, espartanos y
curtidos en guerras de guerrillas similares a la cita de este fin de semana,
que sumarán muchos intangibles a la magia de los Sergios, Rudy y Carroll, los
bellos estilistas del equipo.
Pero Laso y sus
jugadores tendrán que añadir algunas prestaciones más a su repertorio táctico
si quieren conseguir la novena:
- Involucrar más a sus
jugadores interiores en el juego ofensivo del equipo. Aspecto que se antoja
harto complicado viendo las diferentes versiones de los equipos Laso durante
estas temporadas y todo hace pensar que en estos dos partidos la vida seguirá
igual.
- Abusar menos del yo-yo.
Durante la serie de cuartos (y muchos partidos de esta temporada) los
exteriores del Madrid abusaron en exceso del bote y la circulación de balón fue
escasa. El Madrid se valió de su excesiva calidad exterior para usar esa arma,
pero ante equipos como el de Obradovic o un CSKA/Olympiakos puede ser un arma
poco efectiva por las defensas tan físicas que se practican en estas citas.
- Aspecto Mental. Las dos
últimas temporadas el equipo empezó a hacerse añicos por este aspecto tan
importante del juego. A los jugadores de Laso les pudo la presión en los momentos
importantes y todo como consecuencia del juego físico que les plantearon sus
rivales.
- Rebote. A lo largo de
la temporada el Madrid ha sufrido en este apartado del juego y en partidos a
pocos puntos no conceder segundas oportunidades ofensivas se antoja de vital
importancia.
Sea como fuere, el
Madrid no está obligado a ganar la Euroliga por mucho que sus aficionados se lo
exijan o crean que ya toca, el árbol no les deja ver el bosque (la realidad).
Llegar a tres Final Four consecutivas es muy muy complicado y más viendo de
donde viene el club antes de la llegada de Laso, largo peregrinaje por el
desierto. Ese es un título del que adolecía el club años atrás, estar entre los
cuatro mejores de Europa, y solo le falta la ‘pequeña’ guinda de ser el “number
one de Europa”. En una Final Four de tantísima calidad como esta cualquier
detalle mínimo puede decidir y ahí el deporte no entiende de necesidades históricas…
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