Una de las personas que
mejor conocían a Petrovic como persona, a ese Drazen que nada tenía que ver con
el ‘diablo’ que todos vimos sobre la pista, es Neven Spahija, ex entrenador de
Valencia Basket y Baskonia. Spahija siempre podrá presumir de ser amigo desde
la infancia de Drazen y de tener mil y una anécdotas sobre el Genio de Sibenik,
que a muchos de nosotros nos gustaría conocer.
En un artículo
publicado en su día por el portal ‘Tubasket’, podemos conocer muchos de los
entresijos de la vida del Mozart del Baloncesto de la mano del entrenador
croata.
Recuerdos de la infancia: “Los dos vivíamos en
la calle Predarovica, en Sibenik. El primer recuerdo que tenemos juntos es la
foto de su quinto cumpleaños. Yo soy un poco mayor, nací en noviembre de 1962 y
él en octubre de 1964. Todo el tiempo jugábamos al baloncesto en la calle,
bueno, la verdad es que en aquellos tiempos únicamente existía el colegio y el
deporte, y sobre todo en verano se jugaba a cualquier hora. Aleksandar empezaba
entonces algo más en serio y los más pequeños tratábamos de imitarlo. Por
cierto, la foto famosa de la canasta en la que jugaba Drazen en Sibenik es
falsa”.
Empieza a vislumbrarse su gran talento: “Cuando
él tenía 14 años ya era habitual en las selecciones de cadetes y se le veía un
jugador con futuro. Algunos entrenadores le auguraban que sería muy grande,
otros no tanto, y nosotros como compañeros tampoco es que viéramos nada
especial en él. Pero los dos años que pasaron hasta que cumplió los 16
supusieron una transformación importante. Y ahí su gran ventaja y aliado fue la
mentalidad, y también su organización. Era un ganador absoluto que no se
comportaba de acuerdo a la edad que tenía, sino que era un adelantado. Yo seguí
con él hasta que llegamos al primer equipo de la Sibenka –aunque yo no jugaba-,
después me fui a la mili y acabé en un equipo de tercera división. A partir de
ahí su carrera despega y ya es imparable.
Rápidamente
se convierte en un jugador decisivo para Sibenka. Quedan subcampeones de la
Copa Korac dos ediciones seguidas y ganan la liga yugoslava en 1983. En los
datos oficiales aparece el Bosna Sarajevo como ganador de la liga, pero el
pueblo de Sibenik nunca ha reconocido aquella derrota, y para nosotros la liga
nos pertenece. Un par de decisiones arbitrales erróneas no pueden provocar que
se anule un partido. Aquella maniobra fue enteramente política, una típica
decisión en los tiempos del comunismo, alguno de cuyos representantes más duros
ahora vive en Estados Unidos y es profesor de universidad. Para que se vea de
qué manera pueden cambiar las cosas”.
¿Fichó por Cibona de forma obligada?: “Mirko
Novosel era entonces el seleccionador yugoslavo. Y aunque las ofertas de Drazen
provenían de equipos importantes como Partizan, se decidió por la Cibona por un
motivo claro. Novosel le puso encima de la mesa un hecho: (si no fichas por
la Cibona olvídate de jugar en la selección). Y para Drazen los objetivos
deportivos valían mucho más que el dinero, y esto te puedo garantizar que es
así. Al contrario que la mayoría –en lo que esta mayoría se equivoca-, Drazen
competía por otras cosas y el dinero siempre fue lo último”.
Spahija junto a la madre de Drazen, Biserka Petrovic, en el museo del Genio de Sibenik |
Estrellato con la Copa de Europa como escenario: “En
1984 no existía el baloncesto en el nivel que lo hace ahora. Sólo 6 o 7 equipos
dominaban en Europa y en selecciones apenas 4 tenían posibilidades: Yugoslavia,
URSS, Italia y España. El Real Madrid era un clásico, la generación de los
Corbalán, Rullán, Brabender o Szczerbiak lo había ganado absolutamente todo, y
se convertía en el rival a batir. Drazen se motivaba para cualquier partido,
pero con el Real Madrid existía algo especial, es evidente. Su relación con el
público español fue difícil. No se puede negar que Drazen dentro de la pista
era un jugador sucio, arrogante, agresivo, que no te daba tregua. En España la
gente lo odiaba. Con el tiempo fue madurando y suavizando su comportamiento.
Era joven, con talento y con mucha hambre”.
No solo su arduo trabajo le aupó: “Drazen no era sólo
trabajo y entrenamiento. No conocemos la cantidad enorme de jugadores que han
trabajado tanto o más que él y nunca han llegado a nada. Y a otros como Kukoc a
los que se tilda de talentosos pero no demasiado trabajadores tampoco se tiene
una visión acertada de ellos. Kukoc tiene una enorme cantidad de trabajo y perfeccionamiento
detrás. Es muy difícil juzgar cuánto hay de talento y cuanto de dedicación en
cada persona”.
Experiencia NBA: “El motivo para fichar por la NBA
también fue puramente deportivo, un desafío importante en su carrera,
probablemente el de mayor trascendencia. En Portland pasó una época malísima.
Tenía a dos estrellas como Porter y Drexler delante, pero no eran el problema.
En mi opinión Adelman se equivocó al preferir a Danny Young. Fíjate después en
los Nets y el paso hacia adelante que dieron”.
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