Dentro del engranaje de
aquellos maravillosos Lakers de los 80, había un jugador que quizás no tenía la
atención de los focos como por ejemplo Magic o Kareem, pero que era igual de
importante y que hacía de ‘asesino silencioso’. Estoy hablando de ‘Big Games
James’ o ‘The silent assassin’, apodos que dicen todo a la hora de
definir a nuestro protagonista, James Worthy.
Amamantado por
la prestigiosa universidad de North Carolina, fue elegido con el número uno del
Draft por los Lakers en 1982 retirándose doce temporadas después. Durante ese
periplo conquistó tres anillos de la NBA (1985, 1987 y 1988), y visitó las
finales en 1983, 1984, 1989 y 1991.
En 1994 decidió colgar
las botas tras 926 partidos a sus espaldas en los que promedió 17,6 puntos y
52,1% en tiros de campo, que le sirvieron para entrar con todo merecimiento en
el Hall of Fame en 2004 y que su camiseta con el dorsal número 42 fuese
retirado por los Lakers.
El primer triple-doble
de su carrera llegó el 21 de junio de 1988 coincidiendo con las finales de la
NBA donde resultó elegido MVP con 22 puntos, 7.4 rebotes, 4.4 asistencias, 0.7
robos y 0.6 tapones en 38 minutos de media.
El rival eran los Bad
Boys de Isiah Thomas, Bill Laimbeer y Dennis Rodman entre otros, que llegaban a
la final con un balance de 54 victorias y 28 derrotas en la regular season, y
habiendo dejado en la cuneta a Washington, Chicago y Boston en los playoffs.
Por su parte, los
Lakers habían firmado un 62-20 en regular season y habían eliminado en los
playoffs a San Antonio, Dallas y Utah para presentarse en la final como
favoritos absolutos.
Sin embargo Detroit no
había llegado hasta ahí para ser una mera comparsa y presentaron gran
resistencia como pudo comprobarse en el
primer partido al llevarse el gato al agua por 105-93 y robar el factor cancha.
Pero los Lakers eran un equipo curtido en mil batallas y más allá de cundir el
pánico vencieron en los dos siguientes (108-96 y 99-86) para voltear la serie y
recuperar el factor campo.
Esos tres partidos solo
fueron el comienzo de una batalla épica en pro de conseguir el anillo y ambos
conjuntos se vieron forzados a jugar el séptimo y decisivo partido en cancha de
los angelinos, con la sensible baja de Isiah Thomas por parte de los Pistons al
lesionarse en el tobillo en el sexto juego.
Pero los chicos de
Chuck Daly no se vinieron abajo ante la ausencia de su gran líder y suplieron a
la perfección a Thomas para poner contra las cuerdas a los Lakers, que tuvieron
en Worthy a su salvador al finalizar con 36 puntos (15/22 TC), 16 rebotes y 10
asistencias en el único triple-doble de toda su carrera que llegó en el momento
oportuno y el lugar preciso.
La actuación de ‘The
silent assassin’ le sirvió a los angelinos para ganar el partido por el ajustadísimo
108-105 y coronarse por segundo año consecutivo campeones de la NBA.
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