Tras veinte temporadas
en la NBA, el cuerpo de Kobe Bryant ha dicho basta. Una liga tan exigente como
la estadounidense la pasa factura a cualquier jugador se llame como se llame y
tenga la capacidad física que tenga. Si a eso le añadimos la edad de Kobe, 37
años, y sus graves lesiones de los últimos años, tenemos el ‘coctel perfecto’
para entender a la perfección esta imagen que aporta Arash Markazi en su cuenta de twitter…
Sus Lakers jugaban
contra Miami y en un contraataque de los Heat durante la primera mitad del
encuentro Kobe pensó: “En correr y
regresar para defender, pero no podía, mi cuerpo me dijo no”. Su cuerpo se
negó a cooperar con la orden que mandaba su cerebro, y Bryant entendió de
inmediato que era el momento de parar e irse al banquillo: “Entrenador, no me puedo mover”, le dijo a Byron Scott, a lo que
este le contestó: “Está bien, damos por
terminado esta noche”.
Kobe se retiró tras
disputar nueve minutos y anotar uno de sus siete tiros de campo para terminar con tan
solo dos puntos. El público pidió con insistencia su regreso a la pista, pero a Bryant (prácticamente momificado con tanto vendaje) le fue imposible
regresar a la pista ante tanto dolor.
A Kobe y los Lakers le
quedan siete partidos esta temporada, y solo queda cruzar los dedos para que imágenes
como esa no se vuelvan a producir en los últimos partidos de uno de los mejores
jugadores de todos los tiempos.
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