Fin al culebrón del
verano. Gustavo Ayón y el Real Madrid han llegado a un acuerdo para la
continuidad del pívot mexicano por tres temporadas más, en una historia que ha
tenido muchos dimes y diretes, demasiados capítulos (muchos sobraban), algún
que otro desplante y muchas idas y venidas. En definitiva, ha sido una película
de suspense en toda regla.
¿Quién no se ha peleado
con su novia y después se ha convertido en su esposa? Con esa simple pregunta
podríamos catalogar el ‘romance’ de Ayón y el Real Madrid, en el que todos
sabemos quién fue el ‘malo’ de la película y quien el bueno, aunque haya
algunos que defiendan a capa y espada al jugador (vendiendo su silencio como
defensa) para salvaguardar sus propios intereses (pases de prensa, alguna que
otra primicia aunque sea minúscula como un parte médico, unas pequeñas
declaraciones de algún miembro de la plantilla, o un simple seguimiento en las
redes sociales) y de esa manera quedar bien posicionados
con el club, ya que a cualquier club le gusta (lógicamente) que se defienda a
sus jugadores.
Como decía, en toda
esta historia ha habido un segundo plato llamado Real Madrid y Gustavo Ayón no
ha ido de frente con el club. Siempre puso como excusa que quería estar cerca
de su hijo, comprensible y lógico, pero viendo por los derroteros han ido las negociaciones
más bien se trataba de una excusa para conseguir un gran contrato. En toda
negociación hay unas reglas mínimas y esas son yo te ofrezco X y tú me pides Y,
hasta que llegamos a un punto intermedio. Sin embargo, Ayón no cedió nunca
(respetable por su parte) y tensó la cuerda hasta conseguir acercarse a los 2,7
millones de euros que cobra Rudy, el mejor pagado de la plantilla, superando
incluso los 2,2 de Llull, con lo cual lo que quería era ¡enséñame la pasta! E insisto,
muy respetable por su parte pero que hubiese dicho en febrero (desde que
se está negociando la renovación): “No contéis
conmigo hasta julio, quiero ver todas mis opciones y después decidiré” y no
hacer que el club este varios meses haciendo ofertas inservibles.
Una vez llegados a ese
punto, y viendo como la NBA ofrecía muchos dólares, no contestó a las llamadas del club para cerrar el preacuerdo al que habían llegado. Y el Madrid se plantó
retirando la oferta ¡Chapeau por el club! Cerrando en un abrir y cerrar de ojos
el fichaje de Randolph, puesto que no podía arriesgarse a verse a mediados de
julio sin opciones de mercado que estuvieran a la altura de lo que demanda un
club como el Real Madrid.
A posteriori y viendo que la oferta NBA no llegaba, sale a la palestra la oferta del
Fenerbahçe de Obradovic, que era inferior a la del Madrid, y que
irremediablemente ‘obligaba’ a ambas partes a darse una nueva oportunidad,
porque a fin de cuentas ambas se necesitan para brillar. Ayón nació para jugar
en el ecosistema de Laso, ya que sus virtudes destacan aún más en él: rapidez
de piernas y manos, ayudas defensivas a los exteriores, buen reboteador, gran
defensor y finalizador en ataque, buen pasador… y oculta sus carencias: flojo
juego de espaldas al aro, no lanza con la izquierda y no tiene un buen tiro de
media distancia. Y el Real Madrid porque solo Felipe Reyes y el propio Ayón han sido los únicos interiores que han sobresalido en los esquemas de Laso donde los exteriores tienen el protagonismo casi absoluto.
Y bajo esas
perspectivas de necesidad, ambas partes se han dado el “si quiero” y todas las
posibles rencillas quedan olvidadas como en cualquier buen matrimonio que se precie. Lo que me hace claudicar
ante la palabra EQUIPO, esa es la prioridad en este grandísimo juego llamado
baloncesto. El Real Madrid gana muchísimo con la continuidad del Ayón, es más
me atrevería a decir que es un activo casi imprescindible a día de hoy, y por eso me alegro muchísimo de
que siga en el Real Madrid. Ahora solo toca ir a muerte con él y dar la
enhorabuena a todos y cada uno de los integrantes del Real Madrid que en mayor
o menor medida han aportado su granito de arena para conseguir llegar a buen
puerto… Desde los despachos del club madridista se lleva bastante tiempo
trabajando muy bien y hay que felicitarles por ello.
Por último, no hay mal
que por bien no venga, y esta historia ha servido para que Randolph fichase por
el Madrid. De haberse alcanzado un acuerdo mucho antes, la sensación de la pasada
Euroliga casi toda probabilidad no hubiese acabado en el club blanco… Ayón y
Randolph formarán una pareja interior que dará mucho que hablar si Laso
consigue acoplar a Anthony a su ecosistema.
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